domingo, septiembre 06, 2009

Sobre el estudio de la migración


La semana antepasada asistí a un seminario-taller sobre la medición de la migración en México. En este evento se presentaron distintas fuentes de información que son empleadas para tratar de cuantificar el fenómeno migratorio. En resumen se puede decir que hay dos tipos de fuentes de información utilizadas: las encuestas diseñadas para captar otro tipo de información pero que introducen algunas variables sobre la migración, y aquellas que han sido diseñadas para captar específicamente variables sobre la dinámica migratoria. Las primeras tienen la carencia de que son forzadas para captar la cuestión migratoria, y las segundas carecen de representatividad estadística. Uno de los principales problemas de las encuestas laborales es la manera en que se emplean los factores de expansión (muchas veces son construidos de forma muy cuestionable) por lo que tan sólo son útiles para ver tendencias. Respecto a las encuestas diseñadas para medir dicho fenómeno, tampoco es posible determinar el monto de migrantes, pero dan pie para comenzar a establecer ciertos determinantes y diferenciales de la migración.

Este último punto es de gran importancia ya que a diferencia de las otras dos variables demográficas básicas (fecundidad y mortalidad), el estudio de la migración no comenzó desde la arena teórica. No hay estudios teóricos, modelos matemáticos o discusiones dialecticas sobre el fenómeno, las únicas excepciones son los trabajos de Cornelius y de Massey. Pero, parece que las exigencias políticas del fenómeno han llevado a los investigadores a tratar de abordarlo empíricamente, por lo que se ha tratado de emplear cuanta base de datos existe. Sin embargo, la falta de un marco teórico, un paradigma dominante o un modelo matemático teórico que guíe la construcción de las encuestas ha implicado que el fenómeno sea estudiado pobremente.

Sólo para reflexionar, hay que tener en cuenta que antes de que hubiese encuestas o información de calidad, la mortalidad y la fecundidad fueron estudiadas y discutidas desde el ámbito teórico, después se pusieron a prueba dichos modelos por medio del uso de información empírica y más aún, la discusión teórica y modelos fueron retroalimentados. Desde mi punto de vista esto es lo que hace falta en el estudio de la migración. En México tenemos a la mano la observación del modelo, podemos realizar conjeturas y construir modelos que lleven a un estudio sustantivo de esta componente demográfica. Desgraciadamente parece que el empirismo que caracteriza el desarrollo científico de nuestra época ha alcanzado al estudio de la migración.

Primero tenemos que observar el fenómeno. Ahí intervienen los antropólogos, etnólogos y sociólogos. Después tenemos que elaborar hipótesis, conjeturas, modelos matemáticos que intenten responder algunas interrogantes. Finalmente, hay que hacer uso de las encuestas. No al revés.